Qué extraño... Por alguna causa difícil de determinar hay viajes que no exigen volver y narrar lo visto; viajes para los cuales no hace falta siquiera alcanzar la meta y poner una bandera. Hay viajes que no precisan de una salida, basta con que alguien sospeche que se acometió la empresa, con que el relato ocurra en la imaginación y se reconstruya después en la memoria compartida. En esas odiseas es suficiente con lanzarse al camino, con intentarlo, y resultan ser las más fabulosas, aunque cueste comprender por qué. Los viajes que nunca ocurrieron, o que ocurrieron a medias son los más celebrados.Estrella de Diego
Travesías por la Incertidumbre
2 comentarios:
Caemos en el error de pensar que un viaje, una empresa necesita de una meta, de esa forma nos olvidamos de la parte mas importante, el camino.
qué bello este texto, muchas gracias por compartirlo!
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