Fue un día pleno. Paseaba y tomaba nota mental de los detalles que me hacían detenerme. Finalmente me senté a escribir un poco, y volviendo a casa encontré algo para fotografíar.
En fin, siento que estoy cumpliendo mi misión en esta vida. Ojalá vengan muchos días así.
En casa me acordé de Jorge Barbi, de cuánto disfruté de su conversación, de su modo de dotar a cada cosa de un significado y conseguir, sin esfuerzo, que amemos lo que él ama.