Estamos hechos de otros.De pronto alguien toca sin darse cuenta un hilo que conecta con esas vidas de los otros que llevamos dentro, y ellos, los enterrados vivos, comienzan a removerse queriendo salir de nuestro interior.Echar tierra sobre los vivos es una mala inversión. No es cómodo andar por ahí con tanta gente protestando dentro de uno. Pero es algo bien frecuente.