domingo, 9 de diciembre de 2012

ESTRUCTURA

Hay días de muchas horas y poca pesca.
Todo suma.

También hay temporadas de confusión. Abres tu armario, donde guardas compartimentados los botes, una esencia en cada uno. Te das cuenta de que has estado mezclando. Te sienta mal la mezcla.
Colocas cada cosa en su lugar y empiezas a ver más claro.

A veces sientes la certeza de estar viviendo algo que nunca olvidarás. Esas cosas se asientan con el tiempo, maduran como el vino. Van adquiriendo matices y terminan por ser algo importante, definitorio. Algo que cambió tu estructura.

Siempre que viajamos, lo hacemos para ser otros.

Caminas mirando a los ojos de quien te cruzas. Tratas de atrapar algo fugaz, que apenas has atisbado de reojo, y se te escapa.
No pasa nada, vendrán otros momentos, probablemente mejores.

Hay fotografías que intuyes importantes, aunque no sabes bien por qué. Las cuidas, les das un nombre, las vistes, encuentras un lugar para ellas y las dejas crecer. También te cambian con el tiempo, te hacen otro.

Eres lo que has hecho, esos son tus pasos y a través de ellos te vas a relacionar con los demás. Tratas de mantener tu estructura, saber quién eres y donde estás. Y desde ahí haces un esfuerzo por contarlo.