sábado, 27 de septiembre de 2008

AUTORRETRATO



A LA INTEMPERIE

He visto a mi vecina sacando la basura. Como ya no había cubo ha dudado un momento en el portal y después ha caminado sin decisión hasta la esquina, mirando a su alrededor. Al final ha dejado la bolsa de desperdicios en medio de la acera. Cuando se volvía, mirando el bodegón que había creado, le debió parecer mal dejar la bolsa tan desamparada y la movió un poco para dejarla unos metros más allá, al abrigo de una moto aparcada. Eso debió de parecerle más apropiado y, caminando ahora si con resolución, volvió a meterse en el portal, aparentemente satisfecha de su capacidad resolutiva.

Más tarde, en la plaza de Callao, observé a la gente que esperaba frente a la Fnac. Es un lugar habitual para darse cita. De nuevo, veía personas que llegaban y, al comprobar que aún no estaba su acompañante, daban un par de vueltas sobre si mismos para acabar apoyados en la pared o simplemente de pie junto a un soporte publicitario.

No se de donde nos viene esa inquietud ante la interperie, esa necesidad de buscar la protección de un objeto mayor para depositar nuestras cosas o a nosotros mismos. Supongo que es algo muy antiguo, de cuando había depredadores que podían devorarnos y teníamos que esconder o disimular nuestra presencia.

Voy a bajar a la calle, he quedado en plaza de España. Quiero llegar un poco antes y quedarme esperando en mitad de la acera, con las manos vacías junto al cuerpo. A ver que pasa.

viernes, 26 de septiembre de 2008

jueves, 25 de septiembre de 2008

COMPRAS

Me pierden las papelerías, me llevaría todo. No se por que me pasa eso, creo que tiene que ver con la sensación de empezar algo nuevo, un cuaderno en blanco, un lápiz que nunca ha escrito, una carpeta para archivar.

Sin embargo en los centros comerciales me mareo nada más entrar, me baja la tensión y me encuentro terriblemente cansado. A veces no se ni encontrar la salida.

Comprar ropa también me aburre, me cansa vestirme y desvestirme tantas veces en lugares tan incómodos. Además suelo llevarme cosas que me quedaban bien en el probador pero me sientan mal en la vida real.

Se que no necesito casi nada de lo que compro, ni siquiera los libros. La cuestión es si soy capaz de deshacerme de la necesidad de comprarlo.

REMANDO EN CIRCULO

A veces me enredo en cosas absurdas que creía imprescindibles. Actualizar programas a versiones que no necesito, ordenar los tornillos de la caja de herramientas, escribir listas interminables de las cosas que voy a hacer cuando la vida me de un respiro...

Cuando las termino, igual que el bulímico que se acaba de zampar una tarta entera, me siento mal. Entonces trato de vaciarme de esa sensación repugnante no haciendo nada. Exactamente nada. Eso me reconforta, me devuelve a lo real, a notar la vida que pasa.

Es como si después de dos horas remando en círculo me dejara llevar por la corriente.

martes, 23 de septiembre de 2008

ALBUM DE FAMILIA

Entrada importada del Blog de Photoespaña que hice en abril.
Madrid, domingo 20 de abril de 2008


Acudo a esta página en blanco con menos frecuencia de la que me había propuesto. No es por desgana; es por miedo.

Debería de haber, o mejor, debe de haber y yo lo desconozco, un diccionario alternativo al que nos da la versión unívoca del significado de las palabras. Tal volumen sería infinito y cambiante. Las palabras que usamos no solo enuncian lo que queremos decir, sino también, y con mayor precisión, lo que no queremos decir. Queriendo evitar un tema nos descubrimos tropezando insistentemente con las palabras que lo nombran.


El amor y el miedo deberían aparecer como términos complementarios. A veces sinónimos, otras antónimos. Unidos por la misma naturaleza de su origen.


Hay artistas que trabajan con sus miedos, que sienten la necesidad de ponerse frente a ellos y cincelarlos, como si de un bloque de mármol se trataran, hasta darles forma. Saben que el amor tiene muchas veces una apariencia fantasmagórica.


Lucía comenzó a tallar sus miedos en el parque del Retiro de Madrid. Acudía allí a última hora del día, cuando la luz se replegaba y la noche, con ese frío que solo produce la oscuridad, comenzaba a cubrir los caminos y los árboles. Entonces, viendo caminar a sus fantasmas junto a ella, a través de ella, fotografiaba temblando de miedo, como si fuera lo último que iba a hacer en la vida.



Esta misma mañana he visitado la exposición Esculturistas, en la sala Alcalá 31 de Madrid. Intensa, sutil y formalmente impecable: exquisita. En una de las salas Virginie Barré ha instalado un conjunto escultórico aterrador y entrañable. Tener miedo no es malo, reflexiona Diaz-Guardiola sobre su obra, significa que algo nos importa y que tememos perderlo.


Pues bien, ese es mi mayor temor, perder lo que amo. Por eso siempre he procurado amar lo menos posible, pero he fracasado en todos los intentos; he amado con intensidad y dolor a las personas y cosas que han poblado mi vida. Tanto miedo tenía a perderlos que prefería perderme yo.



Una vez lo perdí todo de la noche a la mañana. El mundo se derrumbó. Con el tiempo he ido recuperando algunas de esas cosas que se fueron, las más importantes. He vivido siempre con la sensación de que en cualquier momento todo se va a venir abajo. No es una actitud explicita, apenas se me nota. Pero duermo casi despierto, mirando hacia la puerta con desconfianza.

He viajado a Buenos Aires para recuperar cosas, para reconciliarme con mis fantasmas y tratar de darles un forma habitable. Tengo una familia de la que apenas se nada. Un hermano que se quedó allí, primos, tíos, abuelos, sobrinos. Los he echado tanto de menos sin saber siquiera quienes eran. Lo que me faltaba era su existencia en mi vida cotidiana.

Nunca he tenido un álbum familiar, solo un vacío, repleto de ausencias. No tengo ni fotos mías. No guardo nada del pasado.


Por eso ahora he comenzado a armarlo, como puedo, con muchas lagunas. Recupero fotos, pregunto quienes son y que parentesco me une a ellos, y las pego en mi álbum recién inaugurado de afectos por construir.



Sigo teniendo miedo, pero quizá ese miedo deba ser también mi material de trabajo. Asumo que la posibilidad de perder las cosas es lo que las hace aún más valiosas, más delicadas. Y es con esa delicadeza con la que hay que entrar en este jardín que es la memoria, donde cada día muere una flor y nace otra.



PESSOA

Entrada importada del Blog de Photoespaña que hice en abril.
Madrid, lunes 7 de abril de 2008
De cualquier viaje, por breve que sea, regreso como de un sueño lleno de sueños; una confusión entumecida, con las sensaciones pegadas unas a otras, ebrio de lo que vi.
Fernando Pessoa. Libro del Desasosiego

Si yo pudiera, si no supiera que estoy obligado a ser yo aunque sea de un modo más pobre, me bastaría con citar siempre este libro para poder decir lo que siento.

Lo que siento, -
dejó escrito con su letra retorcida sobre si misma- en la sustancia verdadera con que lo siento, es absolutamente incomunicable; y cuanto más profundamente lo siento, más incomunicable es.


La memoria tiene capas. Se apilan siguiendo un orden preciso pero incomprensible para la conciencia. Uno puede volver a un acontecimiento del primer año de vida y dotar a ese recuerdo de la misma trascendencia y hondura con que se recuerdan las fechas importantes de la edad adulta. La infancia es la etapa más sabia de la existencia. Los niños, a su modo, comprenden todo y no censuran nada. Hay que escuchar seriamente a un niño cuando habla; tiene claves de las que nosotros carecemos.


La forma en que me han sorprendido algunos recuerdos de mi infancia no es lo que habitualmente conocemos como recuerdo. No existe la formación mental de una imagen que nos evoca algo vivido con anterioridad. Se trata más bien de un tono de voz que atrapo por la calle, un residuo dentro de un olor que no es ese olor pero se parece, una canción que interpretada de otro modo y en otro lugar sería como la canción que creo recordar… No llego a experimentar la sensación del recuerdo, pero si todos los demás sentimientos que deberían acompañarlo. De lo que me acuerdo es de haber recordado en algún momento de mi niñez aquello que ahora me llega como un sueño lejano. Por eso es tan extraño, porque es un recuerdo construido por la memoria de un niño.



A veces pretendo registrarlo todo, para asegurar que no se pierda. Nada de eso me sirve después, siempre acabo trabajando con lo que no pude poseer.

Poseer es perder. Sentir sin poseer es guardar, porque es extraerle a una cosa su esencia.



¡Decir! ¡Saber decir!…

CIEN AÑOS NO ES NADA

Entrada importada del Blog de Photoespaña que hice en abril.
Madrid, jueves 3 de abril de 2008

Llegué a Madrid el domingo. Pero aun no he vuelto del todo. Me cuesta aterrizar, encontrarme de nuevo en este lugar, donde sucede mi vida. Mis maletas llevan tres días abiertas y no termino de vaciarlas. Temo que algo invisible se pierda en ese tránsito. Se que lo más valioso de mi viaje lo traigo dentro de mi. Nada se pierde si uno no quiere. Sea en la forma que sea, es posible recuperar las cosas. Nunca vuelven del mismo modo, ni yo lo pretendo. Me basta un lejano recuerdo para reconciliarme con ellas. Lo importante no es lo que nos ha ocurrido sino el significado que hoy tiene en nuestra vida lo que ocurrió. Eso es lo que aprendí en este viaje.

Las mejores fotos ya están hechas. Solo hay que buscarlas.



Ha sido el viaje más intenso de todos. He tenido tiempo de mirar y de mirarme. He buscado las fotos que ya estaban hechas y he querido escuchar. Me acompañaba una grabadora de audio y una cámara de vídeo. Registros de la vida misma tal como sucede, sin imposturas. Porque la vida es la forma de arte más pura que conozco, la más honesta, la más conmovedora.

He pasado años fotografiando el desarraigo de otros, recorriendo las puertas de Europa para registrar la llegada de inmigrantes. Elegí, como siempre sin demasiada conciencia, posponer mi propia historia para contar historias ajenas.


Ahora descubro que no era así, que lo que llevo años haciendo es contar mi vida en las vidas de otros.


Soy la enésima generación en una familia de náufragos. El proceso que acabo de iniciar, lo que podría llamarse un nuevo proyecto (aunque es más bien una experiencia vital), tiene que ver con esto. He decidido remontar el siglo XX en sentido contrario, siguiendo las líneas que mis antepasados han dejado marcadas en los mapas. Es una historia de migraciones, de supervivientes a la deriva. Pero también de acontecimientos profundamente ligados a la historia universal más reciente. Un recorrido que comienza en distintos escenarios de una Europa empobrecida y convulsionada a finales del siglo XIX.
Mis bisabuelos paternos huyeron de los últimos Progrom contra judíos de la Rusia zarista de aquellos años. Iniciaron un recorrido que les llevó por parte de Europa para terminar en Argentina y Estados Unidos. Por otro lado, mis bisabuelos maternos huían de la miseria y la Gran Guerra desde Italia y España.

Todos hicieron ese viaje en barco que tantas veces hemos visto en películas de época. Ese recorrido de más de un mes a cuyo término divisaban, amontonados en cubierta, la Estatua de la Libertad de Nueva York o el Hotel de Inmigrantes del puerto de Buenos Aires.
Casi cien años después yo hice el mismo viaje en sentido contrario, junto a mis padres y mi hermano. Una vez más, empujados al desarraigo por circunstancias dramáticas.

Un siglo de por medio. Ahora comienzo a buscar. A unir los lazos invisibles que me han llevado hasta aquí.

Quiero entender y explicar no solo lo que soy hoy, sino lo que significan mis fotografías. Empiezo a comprender por qué hago las fotos que hago y que sentido tiene haber elegido esta forma de vivir la vida.


En una fotografía hay mucho más de lo que se ve. Es el registro emocional más preciso que se me ocurre. A través de ellas puedo comprender lo que sintieron mis antepasados y lo que siento yo ahora. Son mi memoria reconstruida, la manera de recuperar lo que creía perdido.


A cada fotografía una emoción, y a cada emoción un mundo. Todo lo que hemos vivido nos empuja a construir una imagen determinada. Porque las imágenes no las encontramos, suelen estar dentro de uno y hay que buscarlas. Yo busco cada vez más en los pliegues de las cosas, en esos lugares donde aparentemente no hay nada, pero donde probablemente hayan caído algunas migas que son la esencia de lo que estaba buscando. La fragilidad de mi memoria me obliga a recordar las cosas casi como se recuerdan los sueños. Creo que son esas imágenes las que me son propias, las que corren el peligro de desaparecer en cualquier momento.

EL BLOG DE PHE

Simplemente quería que lo que escribí para Photoespaña estuviera en mi propio blog. Por eso estas entradas de nuevo.

HOY

Ha vuelto a salir el sol.

viernes, 19 de septiembre de 2008

DAR DE COMER A LA BESTIA

De repente me desinflo, abro el blog, me digo que tengo que subir algo, que tengo que escribir o colgar algún vídeo o foto, pero me desinflo como un globo que rebota en el techo antes de caer fláccido detrás de algún mueble, donde alguien lo encontrará lleno de polvo y grasa.

Vuelve el impostor. Acto primero, enésima escena. Mismo guión.

El otro día murió David Foster Wallace, autor de Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer. Se suicidó.

No nos engañemos: la Red no es más que una avalancha de información, un laissez faire salvaje, sin estándares éticos. Se acosa al consumidor con un aluvión de ofertas seductoras, sin ayudarle a discernir a la hora de elegir. La explosión punto.com es la destilación de la ética capitalista en estado químicamente puro

También:

Lo esencial es la emoción. La escritura tiene que estar viva, y aunque no sé cómo explicarlo, se trata de algo muy sencillo: desde los griegos, la buena literatura te hace sentir un nudo en la boca del estómago. Lo demás no sirve para nada


Dado que nada de lo que me siento capaz de escribir está vivo ni por asomo, voy a ver si me quedan fuerzas para leer a Sofocles. Respeto el suicidio, pero no entra en mis planes.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

(...)

El ambiente lo es todo
Pessoa otra vez

domingo, 14 de septiembre de 2008

UN RAMO DE FLORES

En su paseo dominical por el parque, Mario había observado a un hombre solo llevando un ramo de flores que despertaba cierto interés femenino a su paso.

A pesar del pudor que le producía, ese mismo lunes decidió comprar un bonito ramo y, llevandolo en la mano, caminó hasta la oficina tratando de aparentar naturalidad.

No tardó en notar la mirada furtiva de un par mujeres que se cruzó. Esto le produjo una excitación vanidosa que no solía experimentar, por lo que adoptó el ramo como un complemento más en su atuendo
habitual.

Lo que aún no sabía cómo hacer era entablar una conversación con una mujer desconocida, y menos ahora que supuestamente se dirigía con su ramo en busca de una afortunada novia a la que las otras quizá envidiaban.

sábado, 13 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

CARGO

Asi han dado Cargo en Ojo de Pez.

Es una gozada publicar fotos en esta revista, las tratan con mucho cariño.

Este número es el resultado del concurso de fotografía documental que organizaban este año por primera vez. Cargo tuvo una mención de honor.

Tambien hay una expo que va a itinerar por las Fnac de España y Portugal simultaneamente. Ahora está en la Fnac L´Illa de Barcelona, hasta el 14 de octubre y en la Fnac Cascaishopping de Lisboa.






miércoles, 10 de septiembre de 2008

ERRANCE

Pienso que lo propio de un fotógrafo es traicionar lo real. Solamente hay que mesurar esta traición y hacer que tenga coherencia con uno mismo. Creo que he traicionado algunas cosas, pero intento no traicionarme a mi mismo.

Raymond Depardon

martes, 9 de septiembre de 2008

SHOOTING GALLERY

LLUEVE

Cae una deliciosa tormenta de verano.

¡Qué ganas tenía!

PROCESO DE CREACION DE UNA BARBA EN 15 DIAS DE VACACIONES


CORRECCION POLITICA

Políticamente Correcto es un término que se acuñó hace algunos años en Estados Unidos para definir el lenguaje, ideas o comportamientos que buscan minimizar las ofensas a grupos étnicos, culturales o religiosos.

A mi me parece una corriente impulsada por la esfera política progresista de aquel país, para que su esencia conservadora se disimule con un discurso aparentemente social.

Después, como tantas otras veces, la derecha reaccionaria y sin complejos de toda la vida ha adoptado la idea al darse cuenta de que en el juego democrático hace falta maquillaje y una cierta contención para que no se vean de entrada sus oscuras intenciones.

Hace poco hubo una polémica en el Reino Unido por unas declaraciones de Steiner en El Pais Semanal, en una entrevista con Juan Cruz. El filósofo decía lo siguiente:
“es muy fácil sentarse aquí, en esta habitación, y decir: ‘¡El racismo es horrible!’. Pero pregúnteme lo mismo si se traslada a vivir a la casa de al lado una familia jamaicana con seis hijos y escuchan reggae y rock and roll todo el día. O cuando mi asesor venga y me diga que (...) el valor de mi propiedad ha caído en picado. ¡Pregúnteme entonces!”.

Inmediatamente se produjeron quejas de políticos y asociaciones alarmadas. Sin embargo, lo que Steiner apuntaba es sencillamente algo que sucede todos los días. Maquillar las palabras con las que nombramos el problema no es lo mismo que hacerle frente.

El mundo en el que vivimos es un polvorín. Se están metiendo debajo de la alfombra las enormes contradicciones y desajustes que produce el sistema.

Este fin de semana en Roquetas (Almería), el asesinato de un senegalés a manos de un gitano ha provocado disturbios en el barrio de las 200 viviendas, donde viven inmigrantes y gitanos.

El alcalde de Roquetas y otros políticos se han apresurado a decir que no es un conflicto racial porque en la localidad siempre ha habido buena convivencia. Tras lo cual supongo que mucha gente habrá respirado tranquila. A mi me gustaría saber entonces de que tipo de conflicto se trata.

Cuando oigo hablar a las instituciones de integración se me queda la misma cara que cuando veo un anuncio contra la droga dirigido a los jovenes. El desconocimiento de la cuestión que pretenden abordar es alarmante. Me pregunto que es lo que provoca que un gobernante se encuentre tan alejado de la sociedad en la que vive.

lunes, 8 de septiembre de 2008

ROBANDO MI PROPIA MOTO



Gracias a Mery por grabarlo

domingo, 7 de septiembre de 2008

PUBLICO

Después de dos meses, y tras la insistente recomendación de Lucía, decido airear la existencia de este blog. El pudor que siento a veces al leer lo publicado me ha impedido hacerlo antes.

Pero de algún modo lo contenido aquí es todo lo que puedo ofrecer en los últimos tiempos. Siendo escaso, incompleto y fragmentario es, en definitiva, lo más honesto y visceral que se me ocurre.
Todo lo que no dé uno libre y abundantemente termina por perdérsele. Uno abre un buen día la caja fuerte y se encuentra con cenizas.

sábado, 6 de septiembre de 2008

LA FUNCION DEL PINTOR

Al igual que el pintor del siglo XIX cuando apareció la fotografía y su función de notario de la realidad se diluyó, al fotógrafo del siglo XXI ya no le une ninguna relación contractual con el mundo real.

Hace bastante tiempo ya que esto es así, pero ha llegado el momento efectivo en que los chavales no se creen nada que no haya sido filmado con un móvil.

Esta nueva concepción de la realidad a través de su representación amateur elimina definitivamente la necesidad de narradores. Ahora todos y cada uno de los humanos somos testigos de la historia; generamos y compartimos diariamente millones de imágenes que son, al mismo tiempo, nuestro modo de validar el mundo y nuestro modo de edulcorarlo.

Las imágenes más perdurables de nuestra época van a ser las que se ocupen de universos muy particulares, de puntos de vista personales que arrojen algo de luz, no ya sobre la realidad, sino sobre una parcela transversal de ésta.

Por otro lado, ¿no ha sido siempre así?

viernes, 5 de septiembre de 2008

POLTERGEIST

Las secuelas son devastadoras. Todavía hoy resulta imposible hablar de lo que pasó sin que los fantasmas salgan de sus tumbas y, sobre todo, de sus fosas comunes, para pasearse entre los vivos haciendo supurar todas las heridas que se cerraron en falso.

En España se edificó una sociedad sobre los muertos, sin desenterrarlos primero. Como en Poltergeist.

jueves, 4 de septiembre de 2008

miércoles, 3 de septiembre de 2008

COMPRENDERLO TODO ES PERDONARLO TODO


Tengo que mantener la calma. Tengo que entender, si es posible.

Roberto Saviano
Gomorra

martes, 2 de septiembre de 2008

UN DIALOGO SIN PALABRAS (III)

El hecho de que al hacer un retrato se establezca un diálogo no signifíca que no haya discusión.

No hay tanta diferencia entre la teoría del diálogo y la de la lucha, pero hay matices.

La persona a la que vamos a retratar tiene una opinión sobre sí mismo, sobre su mundo y las cosas y personas que le rodean.

Nosotros tenemos también una opinión que no suele coincidir con la suya. El retrato honesto, y por tanto cautivador, surge cuando nos atrevemos a dar esa opinión, a decir lo que pensamos. Y esto último no se puede hacer, en ningún ámbito, sin asumir el riesgo de la incomprensión, la indiferencia, la confrontación o el desprecio de los demás.

Ocurre igual que en una conversación; si al otro le decimos lo que quiere escuchar, probablemente nunca tendremos conflictos. Pero tampoco llegaremos a tener intensidad en nuestras relaciones.

Lo gratificante es que de este modo la relación crece, el retrato cobra madurez y vemos como las cosas rígidas que parecían inmutables, comienzan a ablandarse un poco y asumen la posibilidad de cambiar.

NOCTAMBULA MADRUGADORA

Apenas dormía unas horas. Tres, cuatro a lo sumo. Andrea tenía dos inclinaciones aparentemente contradictorias que en realidad se complementaban.

Le gustaba la noche y le gustaba madrugar mucho. Vivir el momento nocturno en que caen todas las máscaras y el primer instante del día en que la luz aún está por estrenar.

El frescor de la mañana enjuagaba los recuerdos difusos de la noche. Y entre los dos instantes, un sueño breve y reparador.

lunes, 1 de septiembre de 2008

CUADERNO DE CAMPO



LUNES 1 DE SEPTIEMBRE

Creo que es la primera vez en mi vida que siento el peso de una fecha como esta.

Siempre me ha apasionado mi trabajo, de tal modo que nunca he sentido el comienzo de un periodo laboral como una losa, sino como la continuidad de algo que me gusta hacer.

Me sigue entusiasmando lo que hago, pero creo que en los últimos tiempos hay una serie de cosas que se han endurecido en mi rutina. Paso más tiempo delante el ordenador que haciendo fotos. Así que podría decirse que acudo a la "oficina", con un horario que yo me impongo y una serie de tareas por hacer.

Creo que es hora de volver a los orígenes de algún modo. Supongo que no recuperaré la inocencia de los primeros tiempos, pero cada vez que salgo a fotografíar vuelvo a sentirme como un niño descubriendo lo que hay más allá de su barrio.

Es cuestión de salir más.